Martín Balbuena es de Perú y actualmente vive en la ciudad de Colonia. Desde hace 3 años comparte en su canal de YouTube “El jardín de Martín”, experiencias y reflexiones sobre su proceso migratorio en Alemania.
Hoy conversamos sobre los desafíos de aprender un nuevo idioma, la importancia de los hábitos, estrategias y métodos que le han sido útiles, diferencias culturales, además del contenido de su nuevo canal “Martin adquiere un idioma”.
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Martín adquiere un idioma YouTube
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Somos Azubis, die Überstunde.
Esta semana nos vamos a la ciudad de Köln, o Colonia, a conocer el trabajo y experiencias de Martín Balbuena, un latino y youtuber en Alemania.
Mi nombre es Martín, Martín Balbuena, soy más conocido quizás en algunas redes sociales como El Jardín de Martín.
Me dedico a muchas cosas, soy un peruano que vive en Alemania y he tenido que dedicarme a muchas cosas.
Ante todas las redes sociales, tengo un canal de YouTube que creció bastante, ahora tengo dos canales de YouTube, también tengo un podcast y tengo una cuenta de Instagram donde genero contenido acerca de migración, o sea, mi tema es migración, y idiomas, ¿no?
Cómo aprender idiomas, porque son los dos obstáculos a los que me he enfrentado, pero también hago algunas otras cosas paralelas, como produzco un podcast para una empresa, soy editor, soy camarógrafo acá, entonces entre todo eso, digamos, me voy moviendo.
Dentro de todas las cosas que haces, en tu canal de YouTube has compartido tu experiencia de aprender idiomas, que lo hiciste ya desde adulto.
Yo creo que esa experiencia tuya es el reflejo también de muchos de nosotros que venimos de Latinoamérica, que a pesar de que en nuestros países se hablan diversas lenguas, en mi opinión lamentablemente no se nos enseña, pero en el caso de Chile, por ejemplo, se fomenta mucho el aprendizaje del inglés.
El problema es que cuando terminamos el colegio, casi ninguno hablamos inglés, entonces tenemos 18 y 20 años y somos todos monolingües, ¿tú crees que el hecho de aprender un idioma ya grande es un desafío aún mayor?
Yo creo que sí, pero acá viene un gran, gran, gran pero, no por capacidad, digamos, mental o cerebral, o sea, yo sí creo firmemente en que las personas adultas somos tan capaces de aprender un idioma como los adolescentes, incluso los niños, o sea, no creo que haya una diferencia, un obstáculo, digamos, cognitivo, mental, ¿no?
Tal vez en una edad mucho más adulta, ¿no?
Cuando uno ya es de la tercera edad, pero a los 20, 30, 40, 50, incluso 60 años, no creo que haya una diferencia.
Lo que sí existen son ideas, obstáculos mentales, malos hábitos, falsas creencias, falsas ideas, o simplemente este poco interés, pocas razones, poca necesidad, ¿no?
Y muchas veces creo que no queremos reconocer eso, y la manera más fácil de entender esa realidad es decir, no, los niños son como esponjas, ¿no?
Como que los niños aprenden automático y yo no puedo.
Nosotros sí podemos, según mi punto de vista, pero sí es más difícil porque hay que desamarrar, cómo se dice, destrabar una serie de nudos que hemos ido construyendo en nuestras mentes durante estos años, ¿no?
Tú mencionas, bueno, estos aspectos que son como aspectos internos, ¿no?
¿Tú crees que hay aspectos también externos que influencian o que pueden dificultar el aprendizaje de un idioma cuando ya somos adultos?
Sí, a ver, lo primero es, parte un poco de mi historia mejor, porque así quizás lo puedo explicar mejor.
Yo hasta los 30 años he sido monolingüe, español, ¿no?
Y sí aprendí inglés en la escuela, como quizás parecido como en Chile, pero en mi escuela siempre tuve apenas una hora de clases de inglés y las clases siempre fueron en español.
Igual para mí.
Entonces, por eso no lo cuento, porque yo cuando terminé la escuela no podía hablar, no podía entender.
Claro, sabía gallina, chicken, pollito, jeng, comportador, todas esas palabras.
Los colores.
Los colores, ¿no?
Pero no puedo decir que hablaba inglés.
Yo a los 30 años me matriculé en un curso de inglés y me colocan en el básico 4.
O sea, tenía una base muy pequeña.
Básico 4 de 12 niveles, ¿no?
O sea, digamos, estaba muy al inicio.
Entonces, hasta los 30 años yo fui monolingüe.
Mi interés por el inglés aparece porque tenía una novia alemana con quien ahora es mi esposa y pues para mí aprender alemán era imposible imaginármelo, entonces mi decisión fue por aprender inglés y me metí en una escuela.
Estuve en una escuela 8 meses de manera intensiva, es decir, 3 horas diarias de lunes a viernes, además de vez en cuando tareas, ¿no?
Y mi experiencia fue, no voy a decir que nefasta porque sí aprendí, sí aprendes, pero creo que gasté mucho dinero y mucho tiempo para al final no lograr mi objetivo que era tener fluidez en el inglés.
O sea, no podía terminar de hablar y entender a la gente normal.
Digo, al profesor sí, porque te acostumbras a la voz del profesor, a las clases, a los textos que te dan en la escuela, pero de cómo ir a hablar con un nativo, imposible.
Yo aprendí inglés de otra manera, tampoco es que mi inglés sea maravilloso, pero es bastante bueno en el sentido de que me puedo comunicar.
Yo aprendí inglés porque yo cuando vivía en Perú tenía un departamento con una habitación vacía y empiezo a rentar la habitación por Airbnb, ¿no?, para sacarme un poco de dinero extra y empiezan a llegar a mi casa, a donde yo vivo, huéspedes de todo el mundo todos los días, ¿no?
Como tenía australianos, americanos, no sé, alemanes, italianos y claro, siempre el inglés estaba ahí porque es la lengua con la cual uno se comunica con casi todos los extranjeros, y así es que yo aprendí, porque esto lo hice dos años, entonces hablaba inglés todos los días y yo vi cómo mi inglés mejoró.
Entonces, después en Alemania me ocurrió lo mismo, cuando yo me mudo a Alemania ocurre lo mismo, que me meto en una escuela ocho meses de manera intensiva, cuatro horas diarias, de lunes a viernes, además tareas, y yo no era capaz al final de esos ocho meses de tener una conversación con un nativo, ojo, con la profesora, probablemente con la que te toma el examen, eso sí, pero el alemán de verdad de que uno necesita en la calle, no.
Y en medio de mis frustraciones y como pensamientos de cómo puede ser posible que gastando tanto dinero y tanto tiempo yo no soy capaz, en ese punto de quiebre, donde uno está a punto de convencerse a sí mismo de que yo no soy para esto, que me imagino que muchos ya lo han pensado, llego a Berlín a un evento donde conozco a varios políglotas, personas que hablan seis, siete, ocho, nueve, hasta quince idiomas, y me hago amigo de ellos porque todos hablaban español y cuando les empiezo a preguntar cómo hacen para aprender sus idiomas, todos tenían técnicas y maneras distintas y nadie iba a clases, nadie aprendía yendo a clases y eso me llama la atención.
Por ejemplo, hay una chica, Lina, Lina Vázquez se llama, ella mitad peruana, mitad letona y aprende, tiene como siete idiomas y ella lo que hace es, por ejemplo, en la ciudad donde vive, se mete a clases de baile, le gusta bailar, entonces se metió a clases de samba y ahí aprendió portugués porque la mitad de los alumnos eran brasileros y lo mismo con muchos otros idiomas, ella aprende bailando.
Hay otro chico, Luca, que claro tiene sus métodos, pero yo sé que él ha tenido varias novias de distintos países y claro, con el amor también se aprende, entonces como me empiezo a dar cuenta que no es la única manera la escuela y ahí es donde yo descubro una teoría de la cual estoy totalmente fascinado, que es la teoría de la adquisición de un profesor americano estadounidense que se llama Stephen Krashen, que dice que el idioma no se debe estudiar, sino se debe adquirir, algo así como absorber, pero para que eso suceda, no solamente basta una intención, sino basta un contexto y ahí viene la respuesta a tu pregunta, para que uno pueda adquirir el idioma, uno tiene que tener unos canales de input, o sea, tienen que haber claros canales de entrada del idioma, ya sea escuchando o ya sea leyendo y eso tiene que ser abundante, o sea, tienes que como recibir el idioma abundantemente.
Por ejemplo, los niños lo aprenden porque están zambullidos ahí en el idioma, en la escuela probablemente, o en sus casas, o escuchando, ¿no?
Incluso los niños que se mudan, ponle a los 10 años, y uno dice, ¿cómo lo aprendió tan rápido?
Bueno, porque va a la escuela y está 8 horas al día escuchando el idioma, está zambullido en el idioma.
Entonces, lo primero es input, después también está el output, o sea, tienes que tener un lugar donde poder expresar y producir el idioma ya sea oralmente o de manera escrita.
Y lo que hace que uno aprenda es ese flujo de entrada y salida, ese input y output, ¿no?
Como uno recibe el idioma y lo bota.
Esa es como la estructura básica, ¿no?
Si tú tienes poco input, o sea, si tú vas a clases y después en casa no tienes ningún contacto más con el idioma, no lo vas a aprender, tienes que tener muchísimo input y también tienes que tener output.
Puedes hacer una estrategia de primero input, después output, así, no sé.
Pero esa es la base.
Después hay más cosas que si quieres podemos ahondar, pero ese es primero el... si tuviese que describir el factor externo es que, bueno, tienes que tener una vida o tienes que vivir en un espacio donde estés recibiendo input todo el tiempo y tengas también espacio para el output, ¿no?
No es tan simple como lo estoy diciendo porque hay qué tipo de input, por qué a veces el input no funciona, qué tipo de output, cuándo, qué hay en el medio entre input y output, dónde, o sea, cuándo es útil la escuela, cuándo no, o sea, hay mil cosas, pero diría que más o menos así es, así sería una estructura base para aprender el idioma, ¿no?
Qué importante lo que dices es crear las condiciones para aprender el idioma, al final es convertirnos en protagonistas de nuestros propios aprendizajes.
Yo creo que el camino es largo, pero ¿cómo convertirnos en protagonistas de nuestros aprendizajes?
¿Cuáles han sido las cosas que a ti te han servido?
Por ejemplo, el tema de la adquisición me imagino que está muy ligado también a los hábitos.
¿Cómo desarrollamos hábitos?
A ver, en mi caso, el inglés fue de manera natural.
Yo casi no me di cuenta porque yo lo que buscaba no era aprender inglés, sino lo que yo buscaba era ganarme unos dólares más rentando esta habitación y el tener que hablar con los huéspedes todos los días y explicarles, mira, acá está la refri, estas son las reglas de la casa, explicarles dónde está el mercado, dónde pueden conseguir esto, hizo que estar escuchando y hablando y comunicándome con ellos todo el tiempo en inglés haga que mejore mi inglés sin que ellos me di cuenta, ¿no?
Eso fue natural y es así como se debe aprender.
Entonces, lo primero creo que es quitar el idioma del, ¿cómo se dice?
O sea, quitarle el tag o la etiqueta de objetivo.
El idioma es un camino a otra cosa.
Tiene que ser un camino a otra.
Tiene que ser un vehículo.
Entonces, uno tiene que encontrar otras cosas que te encanten, que te apasionan y hacerlas en inglés.
Por ejemplo, lo que hacía esta chica.
Le encantaba bailar.
Entonces, en vez de bailar en inglés o en alemán, no sé, en el idioma que hablase, bailaba en portugués, ¿no?
Eso es una cosa, una primera cosa que hay que hacer.
Hay que encontrar razones también, razones fuertes para querer aprender un idioma.
Si no tienes razones fuertes, creo que tarde o temprano vas a tirar la toalla.
Razones fuertes, ¿cuáles pueden ser?
El amor, por ejemplo, tienes una novia, un novio o vives en un país o quieres una beca o quieres, qué sé yo, entender, leer tu libro favorito, pero en el idioma original.
No sé, como encontrar razones precisas, contundentes, claras que digas ya, voy a luchar por esto, ¿no?
Eso es importante que dices de una lucha, ¿no?
Porque yo siento también en mi experiencia, el alemán a veces esquivo, que es distinto con otros idiomas, ¿no?
Que a veces, como dices tú, el inglés lo aprendí sin darme cuenta.
Yo creo que el alemán es un idioma que requiere un poco de esfuerzo.
¿Cómo lo ves tú?
Sí, sí, definitivamente, ¿no?
Pero antes de entrar en eso, ojo que esa lucha no debe ser por aprender alemán.
Justamente me refiero a eso, que no hay que poner el alemán o el idioma como objetivo, sino tu motivación tiene que ser otra y el idioma tiene que ser el vehículo.
Por ejemplo, en mi caso, yo tengo una hija, bueno, tengo una esposa alemana, tengo una hija alemana y yo podría hablar con ellos español sin ningún problema.
Mi esposa habla muy bien español y a mi hija, mi hija ya entiende y habla español por más pequeña que sea, pero yo quiero ser parte del mundo de ellas.
Yo quiero poder hablar con la profesora y que me diga si están bien o están mal sus notas.
Quiero poder hablar con los papás, que son los amigos de ellas.
O sea, yo tengo un deseo de ser parte de su mundo y claro, para eso necesito el alemán, ¿no?
O para eso voy a necesitar el alemán.
Pero mi objetivo no puede ser, mi objetivo es tener un C1.
Eso es una consecuencia, ¿no?
Yo creo que es más difícil para los hispanohablantes, definitivamente, que el inglés y que otros.
Primero porque normalmente tenemos un pequeño background de pequeños o de la vida del inglés porque lo hemos escuchado en películas.
Entonces, más o menos ya sabemos a qué suena, ya sabemos algunas palabras y también creo que el inglés hablado utiliza menos vocabulario.
Hablado, ojo, el escrito es abundante, ¿no?
Shakespeare y todo eso, pero cuando se habla inglés se usan menos palabras.
Entonces, llega el alemán, uno, es un idioma que nunca hemos escuchado.
Entonces, no tenemos ese background, no tenemos esa noción del idioma, no tenemos esa familiaridad con el idioma.
Entonces, eso ya es un primer obstáculo.
Hay que agarrar algo de cero, cero, cero, ¿no?
A diferencia del inglés.
Entonces, no conocemos ninguna palabra.
En inglés sí conocemos algunas palabritas, ¿no?
Entonces, segundo obstáculo.
Tercero obstáculo, el alemán hablado usa más palabras.
O sea, el alemán que escuchamos en la calle sí usa más palabras que en el inglés.
Entonces, hay que aprender más palabras.
El volumen de vocabulario es mayor y eso es un reto, porque si el inglés con aprenderte 10 palabras ya puedes hacer 10 frases, con el alemán para hacer 10 frases probablemente tienes que aprender 30 palabras.
O sea, necesitas más palabras.
Y lo último, que es algo que muchos ignoran, es que el alemán tiene más sonidos.
O sea, hay sonidos.
En realidad, el español, que nadie se ponga, que se moleste con lo que voy a decir, pero el español tiene muy poquitos sonidos.
O sea, miren, las vocales que tenemos son 5.
A, E, I, O, U.
Las consonantes no sé cuántas son, pero en alemán solo vocales hay 9, si no me equivoco, y las multiplicas por 2 porque las vocales pueden ser cortas o largas.
Entonces, si tienes como casi 18 o 16 vocales, son mucho más sonidos, ¿no?
No solamente está A, E, I, O, U.
Tienen, por ejemplo, las umlaut, E, U, E.
Y también tienen, por ejemplo, la E.
Puede ser la E, que yo le llamo la E pequeña, como END, ¿no?
Como E.
O puede ser una E abierta, E.
O sea, tienen distintos tipos de manera de pronunciar las vocales.
Entonces, el rango como de sonidos, el abanico de sonidos es mucho más grande y eso también es un obstáculo para los hispanohablantes porque nosotros tenemos, a la hora de aprender alemán, que aprender más sonidos.
Y no solamente para poder hablarlo, sino para poder entenderlo.
Por eso es que muchas veces vemos que los alemanes lo aprenden más rápido que nosotros, el español, porque no tienen que aprender nuevos sonidos.
O sea, los sonidos del español ya los tienen ellos.
O sea, ya lo único con el que tienen dificultades es la R, ¿no?
No saben hacer la R, pero nosotros tampoco.
En mi caso, en mi caso, solo con esto termino, en mi caso creo que lo que más me ha ayudado y me sigue ayudando es, yo lo que hago es leo y escucho al mismo tiempo.
O sea, yo, quizás es algo que no a todo el mundo le gusta.
Sé que hay mucha gente que no le gusta leer.
A mí sí me gusta.
Entonces me compro audiolibros y los mismos libros los compro en digital.
Entonces leo y escucho el libro al mismo tiempo.
Entonces así, primero creo que la lectura en el caso alemán ayuda muchísimo porque la gramática es tan distinta a la nuestra que ayuda a interiorizar la manera de pensar, el tener contacto con abundantes estructuras.
A la hora de leer es donde hay más palabras y estructuras hay, más que en una película, más que en una conversación en la calle.
Entonces para mí leer ayuda y si lo haces escuchando al mismo tiempo ayuda más porque ayudas, aprendes no solamente la palabra sino aprendes la pronunciación y cómo se escucha.
Eso a mí me ha ayudado muchísimo y no lo he hecho nunca jamás con libros difíciles.
Yo lo que hago es, hay una ley que es la ley del 80-20 o 90-10 que es, escoge textos que sean 80% o 90% entendibles y 10% o 20% no entendibles y confía en que tu cerebro va a aprender ese cachito que falta como lo va a aprender por contexto.
Porque si me pongo a memorizar todas las palabras que tengo que saber es interminable.
Sí lo hago con un diccionario al lado, o sea, sí veo, sí leo con el diccionario y busco cuando no sé algo, pero si me pongo a leer un libro donde no entiendo nada me voy a desanimar.
Yo busco cosas que ya entiendo en gran parte y trato de aprender de poquito en poquito.
Siguiendo esta línea como de compartir técnicas que a ti te sirven, bueno para aprender un idioma supone el desarrollo de diversas habilidades ¿no?
El escuchar, hablar, leer, escribir.
Aparte de leer y escuchar, ¿qué otras técnicas a ti te han servido para poder aprender el alemán?
Antes que técnicas, yo creo que en un momento tracé una estrategia, hablaría más de estrategia, que fue, o sea, a mí hablar me ponía muy tenso, muy estresado, muy nervioso y me ponía de muy mal humor porque a la hora de hablar sentía que no tenía suficiente vocabulario, no tenía suficiente, suficientemente integrada la estructura alemana y cuando tenía que hablar, hablaba lento, me trababa, me faltaban las palabras, me equivocaba, me ponía inseguro, entonces hablar hacía que yo me bloquee con el idioma.
Hay gente que no es así, hay gente que es extrovertida, pero yo que quería hacerlo bien, como que sentía que hablar me ponía nervioso y más bien me hacía retroceder.
Entonces una estrategia que yo como determiné hace un par de años fue dedicarle más esfuerzo al input que al output, o sea, concentrarme más en escuchar y leer que en hablar.
Entonces trato de leer una hora al día más o menos, desde hace tiempo, y escucho muchos podcasts, o sea, casi casi que sustituí la música, dejé de escuchar música y todo el tiempo escucho podcasts, de las cosas más tontas del mundo, desde reviews de películas o entrevistas en YouTube a actores alemanes o análisis de un partido de fútbol, pero en alemán.
O sea, trato de escuchar muchas cosas en alemán, pero de cosas que a mí me interesan, no cosas aburridas sino lo que yo escucharía en español, pero en vez de español, en alemán.
Quisiera hacer un punto en el podcast que dices, porque creo que cuando uno recién llega a Alemania, la vida, el primer año, es muy parecido a un podcast, en el cual estás solamente escuchando, no puedes meter la cuchara y estás ahí absorbiendo, absorbiendo, absorbiendo, así que muy buen ejercicio, creo.
No, claro, yo tenía muchas veces en las que mi esposa me llevaba a reuniones de alemanes y yo estaba disfrazado de una silla, de una planta y como, o sea, escuchando sin entender, entendiendo poquito y cuando entendía un poquito y quería hablar, ellos ya estaban en otro tema, no?
O sea, como iba muy rápido.
Ahora, el haber como planteado esa estrategia no quiere decir que haya renunciado al output, o sea, a hablar o escribir.
Sí, sí lo he hecho, pero en menor medida, porque para mí era más importante el input, no?
Si no tienes el alemán en tu cabeza, nunca va a salir, pero por lo menos si lo tengo en la cabeza, tengo la esperanza en que salga, no?
Entonces lo que hice fue, yo quería tener sesiones con una terapista, con una psicóloga y en vez de buscarme una psicóloga en español, me busqué una psicóloga en alemán.
Entonces ahí como maté dos pájaros de un tiro.
Tuve mis terapias, o sea, yo quería asistir a una psicóloga y lo hice en alemán.
Entonces ella no sabe, pero ella se convirtió en mi tándem, no?
En la persona con quien hablaba alemán todas las semanas.
Y bueno, el vivir acá también ayuda bastante, no?
O sea, tengo mis suegros, la familia de mi esposa con quienes sí o sí tengo que hablar alemán en la calle, también los vecinos.
O sea, ya esas son situaciones cotidianas, no?
Pero diría que eso fue lo primero, una estrategia de plantear ya.
Necesito no estar estresado.
Entonces, ¿qué es lo que me estresa?
Me estresa hablar.
Entonces me dedico a otra cosa, pero no por estar estresado, no voy a parar, no?
Tengo que seguir avanzando, ¿no?
Y una cosa que me ayudó al inicio, después lo dejé de hacer, es si hubo un tiempo en el que aprendí mucho vocabulario de memoria, lo hacía con estos flashcards, como estas tarjetitas, no?
Yo veía películas o leía algo y las palabras que más se repetían las apuntaba en la tarjeta y las ponía en una caja con el significado en el revés de la tarjeta.
Entonces, antes de irme a dormir, intentaba repasar todas las tarjetas, no?
Así aprendí muchas palabras, lo hice como por unos tres meses, todos los días.
Pero creo que a final de cuentas eso también cansa.
Por eso para mí la lectura y la escucha es el mejor método porque nunca te vas a cansar de escuchar algo que quieres escuchar.
O sea, si te gusta la cocina o si te gusta el maquillaje, miras canales de YouTube sobre maquillaje pero en alemán.
Si es algo que te gusta, nunca te va a cansar.
Pero hacer tareas o aprender cosas de memoria creo que siempre tiene un límite.
Tarde o temprano como te agotas, ¿no?
De chancar se dice en Perú, de como aprender un poco a la fuerza.
Pero eso es algo que también hice, aprender vocabulario y eso me ayudó, ¿no?
Cómo pasar, dices tú, al disfruten.
Muchas veces la frustración nos lleva a la negación y decir no me gusta, no puedo, nos ponemos esas trabas.
El alemán se ve como que quizás tú lo decías también al principio, nunca voy a llegar a hablarlo, ¿no?
Parece como imposible.
Es que son barreras mentales porque después te das cuenta, o sea, a ver, si nunca hubiese aprendido inglés, quizás nunca ni siquiera me hubiese atrevido a aprender alemán porque pensaría que no es posible aprender otro idioma.
Pero por ejemplo, algo que hice que me dio mucha fuerza fue una época que estaba muy cansado del alemán.
Hice una pausa como de cuatro meses.
Estos cuatro meses no voy a estudiar más alemán, no voy a hacer nada para el alemán y me puse a aprender portugués y me fue muy bien.
Evidentemente el portugués es bastante más fácil, es muy parecido al español, es mucho más fácil de aprender, ¿no?
Pero creo que el haber aprendido portugués me dio esa seguridad de decir, sí, puedo aprender un idioma nuevo, ¿no?
Y entonces después regresé, por ejemplo, al alemán con más fuerzas, creo yo, ¿no?
O sea, hay muchas barreras mentales y también hábitos, ¿no?
Si dejaste de leer hace muchos años, es muy difícil, claro, volver a hacerlo, pero si lo único que haces es consumir cosas en internet tontas, es muy difícil que te intereses por algo incluso en español, ¿no?
O sea, mucho tiene que ver no tanto con el idioma sino con tus hábitos, qué tanto para ti son interesantes las cosas y las otras personas y qué tantas barreras has ido construyendo en tu cabeza de si esto se puede o no se puede, ¿no?
No digo que es fácil, pero creo que muchos, como en algún punto de su mente o corazón, ya sentenciaron de que no se puede, ¿no?
O sea, en algún momento algo pasó que dijeron no se puede y lo dejaron ahí y sí se puede, ¿no?
Eso es lo que yo creo al menos.
¿Cómo en tu propia experiencia has lidiado con la frustración?
Y no sé si te ha pasado también el hecho de no reconocernos en un principio con este nuevo idioma, como que no somos nosotros.
Sí, eso es un tema muy interesante porque mira, hay algo sobre lo cual yo me pregunto todo el tiempo y es ¿por qué las personas más jóvenes aprenden más rápido?
Y no estoy hablando de los niños, estoy hablando simplemente de más jóvenes.
Si tienes 60 años, el de 50 suele aprender más rápido.
Si tienes 50, el de 40.
Si tienes 40, el de 30 y así.
Entonces siempre vemos que mientras más joven es uno, aprende más rápido.
Y creo que tiene que ver mucho, no solamente con el contexto en el que te mueve, por ejemplo, no sé, un adolescente está en la universidad, entonces está en constante contacto con el idioma, está recibiendo clases, tiene que leer, tiene que exponer, tiene...
Entonces, claro, está recibiendo mucho input y tiene mucho output.
Pero no tiene que ver solamente con la cantidad de idioma que navegas, sino hay un elemento un poco más abstracto y es el sentido de pertenencia, que es esto a lo cual te refieres, me imagino.
Y es que los adolescentes y niños están en una edad en la que no saben todavía quiénes van a ser más adelante, a qué se van a dedicar.
Incluso muchos no saben qué profesión van a seguir.
Y este sentido de pertenencia está como a flor de piel a esa edad.
Y cuando llegan de intercambio, por ejemplo, acá a la universidad o vienen muy jóvenes al colegio, quieren ser parte de ese nuevo grupo.
Hay como una necesidad, un deseo de ser parte, de ser aceptado, de ser incluido en ese nuevo grupo.
Y ese deseo de querer ser parte de ese nuevo grupo al que han llegado, hace que, como mágicamente o inconscientemente, el cerebro aprenda el idioma porque es una necesidad.
Si tú quieres pertenecer a este grupo, tienes que hablar como ellos o tienes que entender lo que dicen.
Entonces yo creo que ese sentido de pertenencia es aquello que hace que aprendamos más rápido.
El problema con los adultos es que muchos ya no tenemos ese sentido de pertenencia con nada porque ya vivimos tantas cosas y ya sabemos quiénes somos.
Yo soy peruano, yo soy chilena.
Entonces, ¿cómo voy a romper eso y decir yo no quiero ser alemán?
Si yo ya sé que soy peruano y yo extraño mi tierra, extraño mis costumbres, extraño mi comida, extraño mi manera de hablar.
¿No quiero como abandonar todo eso para volverme a alemanizarme?
O sea, como que hay un rechazo muchas veces al nuevo grupo humano o a la cultura que tenemos enfrente porque creemos que mimetizarnos con esa cultura o involucrarnos con esa cultura implica abandonar la nuestra propia.
Es como un mecanismo de defensa.
Así lo describo yo.
Entonces, lo que hay que hacer, yo creo, es hay que interesarse por la cultura que tenemos al frente, aprender a quererla y aprender su idioma y confiar en que el idioma nos va a permitir ser parte de ella sin abandonar la nuestra.
Yo te cuento dos ejemplos que viví hace un mes y son me olvidé una mochila, una mochila en la estación de metro que tenía en equipos como 1800 euros más o menos.
O sea, tenía mi computador con un disco duro y información, mis documentos, dinero y cosas así.
Mi mouse especial que tengo ahí y lo olvidé en la estación de metro.
O sea, como si estaba con audífonos concentrado en otra cosa, subí al metro y cuando llegué a casa dije no, mi mochila.
Fui a buscarla, no la encontré.
Estaba muy triste y en eso me toca el timbre una persona mayor con mi mochila y era un señor que me vio partir y olvidar la mochila, la tomó, encontró mi billetera adentro, encontró mi dirección y fue a mi casa a llevármela sin saber quién soy.
Y yo estaba, era un señor alemán, yo estaba maravillado con ese señor y esa noche fui a comprar al supermercado como yo había olvidado la mochila y la billetera había bloqueado mis tarjetas y en el supermercado cuando voy a pagar me doy cuenta que mis tarjetas estaban bloqueadas y no podía llevar.
Además era vergonzoso porque iba a tener que devolver toda la comida a los estantes y el chico que estaba atrás mío me dijo no te preocupes yo te lo pago.
Eso le puede pasar a cualquiera.
Me lo pagó y después le devolví el dinero por Paypal, como por Paypal por el celular.
O sea, como no es que me lo regaló tampoco, pero ese gesto que yo encontré de los alemanes, o sea, a mí me hacen querer mucho esta cultura y quizás si no tuviese el idioma no podría hacerlo.
Si me entiendes como el idioma me abre la puerta a sentirme a gusto acá, pero es al revés.
Como si tú no te sientes parte, no aprendo, entonces no aprendo el idioma.
Hazlo al revés entonces.
Aprende el idioma y confía en que te vas a sentir en casa pronto.
Es al revés como lo hacen los jóvenes.
Sin el idioma te estás perdiendo de muchísimas cosas extraordinarias.
Es curioso porque cuando uno llega de lo que más se queja es del carácter de los alemanes.
Son fríos y no los entiendo, pero es que son diferentes nada más y son muy buenos pero de una manera distinta.
Claro, si no sabes el idioma y no sabes sus costumbres y no sabes sus tradiciones y sus capitales y su geografía y cómo funcionan las cosas y no sabes nada, tú eres el extraño.
Entonces creo que es responsabilidad de nosotros interesarnos por el lugar donde estamos, no al revés.
Comparto mucho lo que dices que a medida que uno va aprendiendo el idioma realmente el idioma es un vehículo, es un medio para ir entendiéndolo porque hay cosas que uno desde afuera dice, ay pero ¿por qué lo hacen así?
Y cuando ya empiezas a entender las razones, el por qué, te empieza a hacer sentido y ahí es cuando nosotros también empezamos a cambiar nuestra forma de pensar, flexibilizamos también porque a veces decimos no, los latinos somos relajados y todo, pero como dices tú, hay estructuras que ya están determinadas y creemos que no podemos cambiarlas y si es así yo creo que también es importante dejarse enseñar.
Sí, mira yo tengo una teoría que creo que puede aportar a esta conversación y es, hay esta idea ¿no?
de que los alemanes son fríos o que es difícil como acercarse a ellos, entonces hay muchos latinoamericanos que llegan y tienen problemas como sociales, o sea como de para acercarse a la gente o hacer amigos, no todos, quizás los más extrovertidos pues les da igual, pero los que somos un poco más reservados, más timidos, no sé, es difícil ¿no?
y mi teoría es que yo creo que debido a la abundancia de palabras que se usan en el idioma alemán, ellos no necesitan tanto como gesticular con el cuerpo para expresar un sentimiento, una idea, o sea con un speech, con unas frases ellos dicen mucho porque sus palabras son muy específicas, es muy rico su vocabulario, creo que en español no es tanto así ¿no?
entonces nuestras palabras son más amplias, entonces es como que a la hora de hablar nosotros movemos mucho los ojos, la cara, el cuerpo, las manos, los italianos hacen lo mismo ¿no?
y los alemanes no, entonces un primer shock cultural quizás es que no hay feedback cuando hablamos con ellos ¿no?
como que uno tiene una persona tiesa al frente, pero no es porque no hay feedback, sino porque ellos no necesitan toda esa expresión corporal para decirte que realmente está interesado en lo que le estás contando, o que le preocupa lo que le estás contando, o que… o contarte un chiste, o contarte un chiste ¿no?
simplemente es otra manera de comunicación ¿no?
es otra manera de comunicarse y hay que aprenderla ¿no?
Así es.
Martín, ¿tú sientes que has cambiado desde que llegaste a Alemania cuando miras al Martín que salió desde Lima?
Sí, claro que sí, pero yo creo que también hubiese cambiado en otro lugar, o sea, no creo que Alemania me ha cambiado, yo creo que siempre estoy cambiando ¿no?
si no hubiese estado acá en Alemania probablemente estaría en otro lado, o estaría haciendo un proyecto, o sea, creo que hay un tema… yo soy una persona muy curiosa, y esa curiosidad me lleva a probar siempre cosas nuevas, a interesarme por las cosas, y la curiosidad te lleva también a aprender y a cambiar ¿no?
Yo creo que probablemente no todas las personas son curiosas, muchos prefieren estar… que nada cambie.
A mí me encanta que las cosas cambien, y si eso implica que yo también cambie, pues por mí está bien ¿no?
Ahora, si te refieres más a si me he alemanizado, no lo sé, creo que no, pero algunas cosas sí, por ejemplo, el coordinar, el planear cosas, ya lo tenía, yo ya lo tenía en Perú, siempre he sido de planear y poner en el calendario y cosas así, pero ahora se ha hecho más fuerte ¿no?
Y lo noto sobre todo cuando vuelvo a Perú y quiero planear un encuentro, es a veces casi imposible ¿no?
Como me dicen sí, sí, sí, pero tú nunca sabes si vas a poder ir a visitar a una persona a una hora en punto, si no, en Latinoamérica siempre tienes que estar un poco más flexible, también por el tráfico, al menos en Perú.
Acá como que uno se acostumbra a que ya sabes cómo va a ser toda la semana y no van a haber improvisos ¿no?
Sí, creo en ese sentido quizás sí.
Martín, hablemos ahora un poquito sobre el segundo canal que nos comentaste al principio que has comenzado, Martín y sus idiomas, cuéntanos del objetivo, a quién está dirigido, cuándo comenzaste, todo.
Sí, lo he empezado hace poco en realidad, hace dos semanas, te cuento que le he cambiado de nombre hace muy poquitito, sí, ahora se llama Martín adquiere un idioma, me parece un mejor nombre porque Martín y sus idiomas suena a que yo soy pues un políglota o una persona experta y yo me veo a mí mismo más como un aprendiz ¿no?
Como te contaba yo empecé con el inglés a los 30, alemán a los 34, después vino portugués, entonces mi interés por los idiomas está, pero no soy una persona que hable todos los idiomas en un nivel nativo ¿no?
Algunos los hablo mejor que otros y sigo aprendiendo, pero de lo que estoy convencidísimo es que la escuela no es una solución, la escuela de idiomas me refiero, la escuela de idiomas, la escuela debe ser un interlocutor, o sea una compañía, alguien que te ayude a destrabar o a solucionar dudas y mi misión un poco con este nuevo canal es enseñarle a la gente a cómo aprender un idioma de manera autodidacta, sin necesidad de ingresar en una escuela de idiomas o si quieren lo pueden hacer pero no depender de eso ¿no?
Creo que hay mucha gente, escucho muchas veces historias de personas que me dicen, no es que yo dejé de aprender alemán porque pues no tengo tiempo para inscribirme en la escuela ¿no?
o porque está muy cara la escuela y no sé, yo creo que aprender un idioma, no se necesita dinero para aprender un idioma ¿no?
Claro, si te quieres comprar un libro, si te quieres suscribir a Netflix para ver películas en alemán, eso sí cuesta ¿no?
pero no se necesita necesariamente llevar clases, es más creo que a veces las clases perjudican ¿no?
Depende del contexto pero pueden perjudicar ¿no?
Y un poco mi idea con este canal es darle la vuelta a la visión tradicional que se tiene sobre los idiomas y contar mi propia experiencia de cómo estoy aprendiendo sin la necesidad de ir a clases ¿no?
De manera autodidacta y sobre todo tratando no de aprenderlo sino de adquirirlo, o sea con métodos o estrategias naturales ¿no?
Sin forzarlo, sino un poco mi objetivo no es tanto aprenderlo rápido sino aprender los idiomas sin que me de cuenta ¿no?
haciendo cosas que me gustan ¿no?
De eso trata el canal ¿sí?
¿Y ya estás subiendo contenido al canal?
Sí, sí, sí, empecé hace semana y media y ya tengo varios videos, o sea mi idea con este canal no es tanto hacer un canal de vlogs en la calle sino más, más una especie de podcast en YouTube ¿no?
Entonces los videos son muy simples son, son, son este videos grabados acá en mi oficina y entrevistas por Zoom o por Skype, no van a encontrar ahí cómo es Alemania ni nada que tenga que ver con migración, ahí estamos hablando como de tú a tú ¿no?
Sí, ya hay unos 6, 7 videos, 6 videos creo que ya pueden encontrar ahí.
Para ir terminando Martín a modo de juego te voy a hacer unas preguntas cortas.
Sí, por favor.
Una comida alemana que te guste.
El Heibeken, no sé si lo conoces creo que no hay en Hamburg.
Puedes describir qué es.
Y es una cosa típica de, de, de Colonia, donde la ciudad donde yo vivo y sobre todo de Navidad, entonces me gusta mucho porque lo relaciono a Navidad.
Es como una, mira la, la patata, la papa, la rayan, o sea es una papa rayada y con esa papa rayada y huevo y cebolla hacen como una especie de tortilla pero no, tiene más papa que huevo diría o sea no es una tortilla española ¿no?
sino es más como un, una croqueta de papa, algo así y bueno, es bien rica y se come con al costado puré de manzana.
Oh, qué rico.
Sí, eso me gusta, sí.
Una bebida alemana con o sin alcohol que te guste.
Me gusta mucho el Apfelschorle, que es agua con gas, con jugo, con zumo de manzana y bueno, las, las, las cervezas alemanas, la que más me gusta es la Geles, que es la de München, ¿no?
La de Munich, sí, esa me gusta, sí.
¿Algo que extrañas de Perú?
Bueno, amigos, ¿no?
Amigos, familia, extraño mucho el mar también, más que de Perú, de Lima, ¿no?
El mar. Siempre digo que a mí me gustaría vivir en Bonn, Hamburgo o en, en el Bodense, ahí en Konstanz, porque hay mucha agua.
Bueno, acá en Colonia también está el río Rhin, pero no estoy cerca, entonces no, no, no lo veo tanto, ¿no?
Pero sí, me gustan las ciudades con agua, con bastante agua, sí.
¿Algún aspecto de la cultura alemana que aún te cuesta o que no te acostumbras?
Sí, se me vienen algunas cosas en la cabeza, pero hay una cosa que, que me parece graciosa y no, me cuesta todavía, que es, no sé si a ti te ha pasado también, pero a veces se están hablando contigo y se quedan callados, como, como en Latinoamérica estamos acostumbrados a que no hay silencio, ¿no?
Como todo silencio tiene que estar cubierto por algo, ¿no?
Entonces, si ya terminó la conversación y hay silencio, entonces te despides, chao, chao.
Pero a veces estás hablando con alemanes, sí, no sé, y en eso se quedan callados y te miran, y es como una cosa normal para ellos, como hacer silencio y mirarse uno con el otro, y a veces pasan 20 segundos y se miran, sí, y para mí es muy incómodo, muy raro, como me pongo muy nervioso, pero es una cosa normal de ellos, no sé, creo que significa un poco como, ah, estoy pensando en lo que me acabas de decir, ¿no?
Estoy… Pero ese silencio incómodo para mí es raro, ¿no?
Es raro.
Como, dime algo, ya, por favor.
Sí, por favor, por favor, sí, sí, sí.
¿Tú conoces la historia de la agua de Colonia?
Porque como vives en Colonia, quizás nos puedas compartir eso.
No, la verdad que la historia no la sé, pero viene de Colonia, sé que, o sea, acá hay un museo de la aguja de Colonia, es un museo pequeño y, este, donde supuestamente ahí venden el agua original, ¿no?
De Colonia.
No tengo idea qué significan, pero es, bueno, si no la conoces, es como una especie de perfume suave, ¿no?
Es un agua con olor, ¿no?
Algo así.
Oye, y la última pregunta, ¿hay alguna comida o algo que no, que no te gusta, que no pasa?
Sí, más que comidas, es algunas verduras que no existen en Perú, que nunca las había visto y no me gustan, y acá las comen como si fuese un manjar, el rosincol, no sé si lo conoces, son como unos, como una coliflor, pero chiquitita, como una bolita chiquitita, bueno, el blumenkohl, que es la coliflor, pero eso tampoco me gustaba en Perú, y después no me gusta, o sea, está el weiße Spargel, ¿no?
El espárrago blanco, pero eso sí me gusta, pero lo que no me gusta es que cuando es temporada, es todo el día, o sea, como espárrago blanco, ¿no?
Tienes sopa de espárrago blanco, espárrago blanco a la parrilla, espárrago blanco con papas, espárrago blanco en la noche, de día, de desayuno, es como, basta, basta, por favor.
Se vuelve loco, sí.
Sí, sí, eso sí me vuelve loco, ¿no?
Cuando ahí, ellos son muy estacionales, entonces también pasa eso con, al menos acá en esta parte, con los flaumen, con las, no sé cómo se llaman, ciruelas, ciruelas, ¿no?
Entonces cuando es temporada, es como, ah, ahora hay postre de ciruelas, y ahora hay un mousse de ciruelas, y ahora hay ciruelas al horno, y ahora, y es todo, porque hay que aprovechar que hay ciruelas hasta que se acaben, ¿no?
Tiene sentido, pero quizás en Lima, como es un desierto Lima, estamos acostumbrados a que todo viene un poco de afuera y hay todo, todo el año, ¿no?
Ustedes tienen el rababa en Perú también?
Sí, hasta ahora no sé bien qué cosa es, si es una verdura o es una fruta.
Nunca lo he probado así solo, pero mi suegra hace rababacuje, como una tarta de rababa, y me gusta bastante, es como un, no sé, no puedo describir el sabor, pero no sé, es un, hace pie, es como un pie de, en vez de limón, de rababa, ¿no?
No sé si tiene una traducción en español.
Sí, es ruburgua, en el sur de Chile hay, y también hacen mermeladas, por ejemplo, como me pensaba un poco en lo que decía, porque hay jugo de ruburgua, hay cujen, hay, no sé, mermeladas, todo.
Sí, sí, otra cosa que me parece extraña de la comida, me acabas de hacer acordar, es que no sé si te ha pasado a ti, pero a veces ellos te, o sea, yo les pregunto qué va a haber al almorzar y me dicen, ah, hoy día va a haber ensalada, y para mí es como ya ensalada y, o ensalada con, y te dicen, no, el almuerzo es ensalada, y literalmente es lechuga, tomate, zanahoria, alguna cosita más por ahí, y el aliño, ¿no?
El aderezo, a veces, claro, ponen papas o alguna otra cosa, pero muchas veces el almuerzo, o sea, como no sé, en Perú estamos muy acostumbrados a que tiene que haber una proteína, ¿no?
Tiene que haber un pedazo ahí de pollo, pescado, carne, o este, no sé, algo ahí que es como lo principal, acá no, acá las parrillas también son así, ¿no?
Los griles, los asados, la carne, o eso es como una cosa secundaria, y lo principal es la ensalada, y las papas, y es al revés, ¿no?
Latinoamérica es al revés, ¿no?
Casi que un poco de pasto.
La ensalada es una decoración, a veces, ¿no?
Como pones ahí, sí, pero está bien, me parece bien.
Otro aspecto de la comida que a mí me ha llamado la atención es como sirven los platos aquí, ¿no?
Que en Latinoamérica en general es como que se hace una mezcla de los ingredientes y se crea como un plato, aquí va todo separado, ¿no?
Es como la papa, la zanahoria, el pedacito de carne, las arvejas.
Sí, es verdad, pero creo que poco a poco voy valorando eso, porque como ellos se fijan mucho en si está rico el ingrediente, si me entiendes, como dicen, ah, estas papas están ricas, o este tomate está muy bueno, o estas lechugas son del jardín, ¿no?
Están muy ricas.
Entonces, como le prestan mucha atención a la calidad de los ingredientes, siento a veces que en Latinoamérica sí hacemos platillos o platos muy sabrosos, pero como nunca nos damos cuenta, sí, del ingrediente, sino del plato ya, o sea, fusionado, ¿no?
Es un poco pasa lo mismo con, he visto con las pizzas, o con, sí, con las pizzas en Italia, porque en Argentina también hay esta cultura pues de pasta-pizza, ¿no?
Y siento que en Argentina, por ejemplo, las pizzas tienen como un montón de queso y mucho relleno, entonces, sí, también es importante la masa, quizás, pero sobre todo como poner abundante relleno.
En Italia hay veces que vas a una pizzería y la pizza es pan con tomate, ¿no?
Pero el tomate es tan rico que es suficiente.
Y acá pasa algo parecido, creo, que la gente está más interesada en tener pocos ingredientes que sean ricos, como naturales, sobre todo, que optar por una comida fusión, ¿no?
Al menos a los alemanes tradicionales, ¿no?
Las personas mayores.
Quizás los jóvenes sí saben comer otras cosas, ¿no?
Como dices tú, yo también lo veo que lo celebran más, ahí le ponen atención a cosas que nosotros a lo mejor no, por ejemplo, el tema del clima, cuando hay buen tiempo, sale el sol, hay una valoración, ¿no?
Y se celebra y se agradece, para nosotros es como, ah, un día más, acá no salen las flores y la gente saca fotos y hablan de eso, me parece muy bonito también.
Sí, sí, eso es lindo, ¿no?
Como el clima es parte de la vida de ellos, o sea, no solamente el día de primavera o el verano, sino también cuando hace frío y hay tormenta, también a veces es muy lindo porque entonces se convierte como en un día familiar dentro de casa y se cocina en torno al clima a veces, ¿no?
Como si hay buen clima, hacemos un grill, un asado, una parrilla y estamos afuera y hacemos todo afuera, si hace frío y hay una tormenta, entonces mejor un estofado y algo como en casa y hacemos, preparamos café y té, ¿no?
Como es otra atmósfera, ¿no?
Pero el clima juega un rol en el día a día, ¿no?
De los alemanes, muy fuerte, ¿no?
Sí, que dices tú, usan mucho esta palabra gemütlich, ¿no?
Acogedor cuando están adentro de la casa.
Yo al principio no lo entendía mucho pero ahora, bueno, viviendo aquí en el norte, el clima juega un rol fundamental en la vida, entonces también la casa, la iluminación también tiene un sentido en el invierno, por ejemplo.
Sí, bueno, la iluminación de las casas, ¿te refieres?
Sí, adentro, por ejemplo, en el invierno cuando ponen velas, por ejemplo, qué tipo de luz, ¿no?
Por ejemplo, en Chile es como que se usa mucho esta luz blanca como muy fuerte, aquí usan bastante esta luz más cálida porque también da un sentido en el invierno.
Bueno, lo que pasa es que yo creo que Chile y, eso no sé si estoy en lo correcto, ¿no?
Son mis impresiones, pero Chile, Perú, Ecuador, también Colombia, son países que miran creo que más a Estados Unidos, no sé, y entonces mientras más, o sea, mientras todo esté más iluminado, blin blin, ¿no?
Es mejor, ¿no?
Acá, por ejemplo, mis suegros viven en una casa antigua, entonces las casas antiguas son como más oscuras y como que da la sensación de estar en un pueblo en Alemania hace cien años, ¿no?
Y eso también es lindo, ¿no?
Como esa calidez, ¿no?
Esa calidez así del hogar, ellos la buscan y la valoran mucho también, ¿no?
Lo que tú dices.
Bueno, yo creo que podríamos estar aquí mucho más rato conversando.
Sí, sí, sí, sí.
Y que no quiero quitarte más tiempo, Martín, así que para ir terminando nuestra conversación quisiera pedirte por favor si puedes compartirnos tus redes sociales, los canales, los diversos canales que tienes para que la gente pueda seguirte y también me imagino que hay gente que te contacta para hacerte preguntas.
Sí, bueno, tengo el canal principal que es El Jardín de Martín, así se llama, El Jardín de Martín, y con ese nombre me pueden encontrar en cualquier lugar, sobre todo en YouTube y bueno, en Instagram también.
Y ahora tengo el canal nuevo que se llama Martín adquiere un idioma, eso solo está en YouTube y si me quieren hacer una pregunta creo que es mejor por ahí porque como es recién pequeño es más fácil ver los comentarios y las preguntas ahí que en Instagram que ya creció mucho y YouTube ya creció mucho y a veces son tantas las personas que escriben que yo no le puedo prestar atención a todos, pero en Martín adquiere un idioma, es un canal pequeño que recién empecé y ahí estoy respondiendo casi todos los comentarios a diario, ¿no?
Perfecto, así que ya saben cómo contactarte, yo también quisiera agradecerte porque sé que te llegan muchos mensajes por responder, por compartir tus experiencias y también los conocimientos que ha ido adquiriendo.
Sí, gracias a ti ha estado muy muy divertido, sobre todo la última parte, creo que ha sido divertida, ¿no?
Sí, gracias Martín, que tenga un buen día, chao.
Chao, nos vemos.
Si esta es la primera vez que escuchas Somos Azubis, te cuento que en este podcast compartimos información sobre las diversas formaciones profesionales o Ausbildung que existen en Alemania, donde personas tanto de Latinoamérica como de España que cursan alguna de estas formaciones nos cuentan sus experiencias, comparten datos y consejos.
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El arreglo, interpretación y edición de la música son de José Miguel Valencia Centeno.